lunes, 12 de enero de 2015

Hoy dormiremos en la naturaleza. Noche ahumada y de luna radiante, luminosa quimera tejedora de ilusiones. Incita a soñar y a construir futuros. Agua dulce que podría ser de sal rompe en la orilla de rocas. Todo es perfecto para dedicarte una noche de pensamientos. Las horas son tuyas desde hace días. Los días son tuyos y serán meses. No creo en el amor para toda la vida, pero me gustaría que mi vida encontrara ratos para quererte a diario. No hay principio si imagino el final desde antes de empezar la marcha. Si supieras con que fuerza combato mis miedos para llegar a vos sin ellos me admirarías con cariño. Eso al menos me gusta imaginar. Alma de luchadora, probablemente heredada de algún antepasado que se burló de nuestra burguesa familia. Ojalá haya sido mujer, como yo.

miércoles, 7 de enero de 2015

Cómo una linea delgada

Cómo una línea delgada, un horizonte que delimita y parece el coto de algo inmenso. Ingenua la mirada que por no poder ver más allá cree que ahí se agota la belleza, en esa línea recta que hipnotiza en la perfección de su trazo. Después de ella hay una inmensidad todavía mayor. Una nueva oportunidad, ella sólo es tope y después el cambio. La continuación es todavía mejor, Quedarse de este lado seguro y firme sería el acto de cobardía más grande. Todo lo que le sigue a la contemplación de este horizonte fronterizo es pérdida, a menos que crucemos. Avancemos y lo obliguemos a avanzar, a que se mueva con nosotros y se abra, nos abra paso. Explorando el otro lado de lo que llegamos a ver. Descubrir y permitirse gozar, como lo hicimos antes de cruzarnos al otro lado. El horizonte está encimado con lo que veíamos en un principio o es todo nuevo. Del otro lado será virgen y puro o es inevitable que veamos el paisaje viejo y lo nuevo al mismo tiempo. Está en nosotros separar, que se superpongan, viendo una totalidad mayor, un todo o sus partes. Sólo nosotros podemos cruzar y transformarlo, él será estático y se volverá imperfecto en esa quietud.