domingo, 16 de marzo de 2014

Se volverán aire

De que me sirve construir con palabras. Construir verdades, sensaciones, explicaciones. De qué me sirve a mí refugiarme en la poesía y el poder de la narrativa. Cuál es el fin de que me esmere por ser clara. Querer llegar a vos pese a todo. Bregar por la unión y la comprensión, de qué me sirve si ante mis palabras sólo hay silencio, incomprensión, repuestas tardías de temas inabordables. De qué me sirve brindarme, exponerme, expresarme si tu silencio es grande y mi espera inagotable. Hundiéndome en una pena melancólica que ilusionista se muestra inmortal, buscando por eso palabras que merezcan perpetuarse y existir por vos. De qué me sirve a mí desvelarme, esperarte, preguntarme si por más que nos inunde de explicaciones tu respuesta es una, breve y fatal. Vuelve a mi melancolía una espesa tristeza ingobernable, mi cuerpo se vuelve ajeno y mi voluntad se quiebra. De qué me sirve a mí. Qué me vale una explicación perfecta si me congela el andar por un sentimiento acaparador y muerto. De qué me sirve que me leas, si te olvidaste que a los libros se los acaricia con la mirada, y que te gustaba leerme. Con qué llenar las horas cuando reemplace tu existencia. Porque te quiero fuera, de todo lo mío, lo mío lejos de todo lo tuyo. De qué me sirvió la despedida si no para ratificar que te adoraba y que creía encontrábamos la paz. De qué me serviría un último abrazo en donde te deje toda mi ternura si no va a hacer más que eternizar este adiós al que me niego, si a vos nada te suma, en nada te altera y yo sólo voy a seguir con toda mi entrega vuelta a tu persona. De qué me sirve maldecirte si la trascendencia que le darás va a ser igual a cero. De qué me sirvió buscarte si encontrarte confirmó que te quería y dejarte me lastimó profundo y dulce. De qué sirve la realidad si tu orgullo lo cubre todo. De qué. De qué todas estas palabras que se vuelven aire para perderse. Para qué hablar de sentimientos si ahora cada uno por su lado como si nada, como si dedicarte horas y tiempo no valiera. Para qué quiero yo todo esto y todo eso que no sabes darme si al final de qué y para qué.

1 comentario:

  1. Muy lindas palabras María... dolidas, y con ese sabor dulce-amargo.... me gustan tus escritos!

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